“Salvar la actividad y no la empresa” es la solución principal que ha planteado Javier Mata, Senior Partner de Andersen, ante las reestructuraciones complejas. Por su parte, Victoria Caldevilla, Socia de Andersen, ha reivindicado la necesidad de una actuación conjunta laboral-concursal para afrontarlas con garantía de éxito.

Así lo han puesto de manifiesto durante la jornada ‘Estrategia laboral y concursal para salvar la empresa en riesgo de insolvencia’, organizada por Andersen para tratar las estrategias necesarias para afrontar con éxito situaciones de insolvencia actual e inminente, a raíz de la aprobación, el pasado 5 de septiembre, del texto de la Reforma Concursal. El evento ha contado con la participación de Javier Mata, Senior Partner de Derecho Concursal y director de la oficina de Madrid; Victoria Caldevilla, Socia de Derecho Laboral; Ana Ferrando, Directora en Derecho Concursal y Raquel de la Viña, Directora en Derecho Laboral.

Durante su ponencia, Javier Mata ha remarcado “la buena intención” de la reforma de la Ley Concursal, que ha detallado que “busca tratar de evitar el concurso y desjudicializar, dejando a las partes, los acreedores y el deudor que tratan de negociar”. Sin embargo, también apunta que “para que esto funcione, se necesita una buena fe por parte del legislador para que entienda las partes del concurso”.

Ante este escenario, Mata ha apostado por “jugar con estructuras en las que no se salve la empresa, pero sí la actividad”. Además, ha defendido la necesidad de trabajar de la mano de un laboralista que “dibuje cuál es el coste y el riesgo laboral que asume el adquirente de una unidad productiva”.

Asimismo, Victoria Caldevilla ha lamentado que durante mucho tiempo se haya dejado fuera de las reestructuraciones a los laboralistas, “aun cuando la Ley Concursal no se olvida de la legislación laboral”, ha puntualizado. En ese sentido, Caldevilla reivindica la necesidad de recurrir al Derecho Laboral en las estrategias para afrontarlas, ya que ha recordado que “las empresas valen por lo que producen y los que producen son los trabajadores”.

Finalmente, Ana Ferrando y Raquel de la Viña han valorado ciertas medidas positivas que la nueva reforma de la Ley Concursal ha mejorado o implementado. Desde el punto de vista Concursal, Ferrando ha destacado la creación de dos institutos preconcursales, el Plan de Reestructuraciones y la Comunicación de inicio de negociaciones, unas medidas más ágiles y flexibles que las anteriores, que permiten evitar el concurso; mientras que, desde el punto de vista laboral, Raquel de la Viña ha resaltado que el nuevo texto incluye una coletilla clave en la competencia exclusiva y excluyente: “el juez de lo Mercantil tiene esa competencia para decidir en el perímetro de la unidad productiva qué activos y qué pasivos se incluyen pero también qué relaciones laborales están dentro”.