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La inversión en «startups» se reduce en un 30 %: sin unanimidad sobre si la crisis es estructural o coyuntural
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La inflación, la subida de tipos y la guerra de Ucrania, ha disparado la alarma entre los inversores, que se han vuelto más selectivos respecto a los proyectos de «startups» (empresas emergentes) en los que invierten, haciendo que el ecosistema emprendedor desacelere su crecimiento a medida que la economía se dirige hacia una posible recesión.
La inversión en «startups» españolas también descendió un 30 % interanual entre abril y junio de 2022, hasta los 744,9 millones, tras un primer trimestre en 2022 mejor al del año anterior, según el Observatorio del Ecosistema de Startups de la Fundación Bankinter.
A nivel global, el mercado de inversión en «startups» ha cambiado de marcha en todo el mundo. Ha puesto fin a la lluvia de millones que en 2021 impulsó al sector a niveles récord (ese año el capital riesgo invirtió en ellas 643.000 millones de dólares frente a los 335.000 millones de 2020).
Ahora queda por saber si es el inicio de una recesión o estamos ante un momento coyuntural de replanteamiento de inversiones.
Javier Bustillo, Socio de Mercantil de Andersen, reconoce que hay un desplome en las cotizaciones bursátiles de las empresas tecnológicas del NASDAQ, que se toman como referencia para las valoraciones de los proyectos de emprendedores.
“Estas caídas en bolsa, las mayores en los últimos años, lo que ha provocado un momento de retención de las inversiones. Y eso hace que se ralenticen o frenen algunas inversiones para emprendedores”, destaca.
Este experto advierte que “los fondos de inversión y de capital riesgo siguen teniendo mucho dinero disponible para invertir. Y es dinero va a seguir disponibie para proyectos emprendedores de nivel, con diferentes valoraciones pero ese dinero sigue ahí. Esta es una crisis diferente a las que hayamos podido vivir con anterioridad donde el problema era la ausencia de liquidez”.
En su opinión “hay una corrección, pero no creo que estemos en una burbuja y se esté pinchando. Es una corrección lógica que ha empezado por el desplome de las cotizaciones bursátiles antes comentado”.
Lo que también ocurre es que “los proyectos emprendedores españoles se van internacionalizando, lo que también les permite ser más estables. Hace años no se podía pensar eso. Esto es bastante positivo a tener en cuenta”.
Bustillo subraya que si “las condiciones macroeconómicas son volátiles lo son para el emprendedor, el inversor o la empresa industrial. No es algo que afecte a los acreedores”, comenta.
Con respecto a los concursos de acreedores, “los proyectos de emprendedores viven siempre al filo de la liquidez y de la tesorería, pero no debemos confundir que dos o tres ‘startups’ entren en concurso, porque su modelo de negocio se encaje que realmente se piense que es algo coyuntural y global”.
Este jurista recuerda que “’startups’ cerrándose siempre ha habido, como también se han puesto en marcha otro tipo de proyectos de forma simultanea. Por eso este momento hay que verlo como algo puntual, como una corrección donde se está produciendo una ralentización respecto al momento en el que estamos. Ahora hay expectacion por ver lo que va a pasar”.
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