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El presente y futuro de Málaga pasa por la colaboración público-privada
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Málaga ha experimentado un cambio de paradigma en los últimos años, gracias a la planificación estratégica y también urbanística e inmobiliaria, establecida en 1995, cuando la ciudad planteó su objetivo de ser capital cultural y ciudad tecnológica. Toda la evolución hasta el momento y el futuro de la ciudad para dar respuesta a la demanda pasa por la colaboración público-privada, que permite avanzar en una gestión e inversión eficiente.
Así se ha puesto de manifiesto durante la jornada sobre ‘Perspectivas del sector inmobiliario en Málaga’, organizada por Andersen y que ha contado con la participación de Raúl López, Concejal de Urbanismo de Málaga; José Félix Pérez-Peña, Executive Director y responsable de Andalucía de Savills; Juan Conejo Villanueva, Director de Promoción de Andalucía Oriental de Grupo Insur; junto con José Miguel Soriano, Socio y director de la oficina de Andersen en Málaga, y César Morales, Socio y director del área de Inmobiliario del despacho.
Durante su intervención, el concejal de Urbanismo destacó la “gran apuesta por la regeneración del centro histórico, en la que la inversión privada ha sido un pilar fundamental”. Desde el Ayuntamiento, ha continuado, se trabaja en un plan a largo plazo, que busca la promoción de la ciudad para atraer talento, inversión y economía. Para ello, se han establecido acuerdos con universidades, se promociona la ciudad entre las grandes corporaciones para establecer sus sedes en Málaga y se gestiona el desarrollo urbanístico de la ciudad teniendo en cuenta las limitaciones y potenciando las áreas y capacidades para que el crecimiento de Málaga no solo sea cuantitativo sino cualitativo: “no queremos solo que venga más gente, sino que se viva mejor”, aseveró Raúl López.
César Morales puso de manifiesto los principales cambios que contempla el proyecto de Ley de Vivienda, que se encuentra en la fase final de su trámite parlamentario, y que cambia las expectativas de los agentes urbanísticos e inmobiliarios y de todos los ciudadanos. Entre los principales cambios, indicó que la nueva norma “define el concepto de gran tenedor, limita el IPC a contratos de arrendamientos, va a permitir que las comunidades autónomas puedan declarar zonas tensionadas sobre las que después incidirá el precio del alquiler y modifica aspectos de la Ley de Arrendamientos Urbanos y de la Ley de Enjuiciamiento Civil , haciendo más inoperativos los desahucios por falta de pago”.
En este punto, Raúl López consideró que “se enfocan mal los problemas, que las limitaciones y la intervención del mercado por parte de las Administraciones Públicas es un error”. En el caso de la oferta y demanda de viviendas, a su juicio, el Gobierno debe “promover iniciativas que guíen a los agentes involucrados para que el propio mercado reestablezca el equilibrio, dado que la intervención genera el efecto contrario y conlleva una reducción de oferta”.
En esta misma línea, José Félix Pérez-Peña, de Savills, especificó que, en Málaga capital hay menos de 1.000 viviendas de obra nueva plurifamiliar en venta y menos de 1.000 viviendas en alquiler por lo que existe una importante presión de la demanda. En España, del 100% de la oferta residencial, aproximadamente el 5% pertenece a inversores institucionales y el 95% a particulares cuya inversión principal es el inmobiliario. “Si se limita el aumento de la renta, -subrayó- el inversor particular decide muy rápido y existe un efecto de salida del alquiler hacia la venta u otro tipo de usos como el turístico o alquiler de temporada que reduce aún más la oferta”.
Asimismo, Juan Conejo, de Grupo Insur, subrayó que el inversor privado tiene que lidiar, sobre todo en los últimos tiempos, con la inflación y la subida del coste de la construcción que, en vivienda libre, sí se puede trasladar a la tarifa pero que, en vivienda protegida, las limitaciones son mayores y esto obliga a una colaboración más estrecha con las Administraciones.
Por su parte, José Miguel Soriano, responsable de la oficina de Málaga de Andersen, resaltó que el Despacho tiene una apuesta firme por Málaga, con el objetivo de tener un papel fundamental en el desarrollo de la ciudad y ayudar a dinamizar la economía y potenciar la inversión y el retorno para Málaga.
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