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El alza del euríbor aboca a la mayor subida de las hipotecas desde la época de la burbuja inmobiliaria

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Edgar Saiz Aznar, Asociado de Andersen en el área de Derecho Mercantil y M&A, explica en El País las opciones hipotecarias ante la subida del euríbor

La inflación aprieta y no trae buenas noticias a los hogares con una hipoteca variable. Mientras el Banco Central Europeo (BCE) deshoja la margarita del rumbo de la política monetaria a partir de verano, el indicador al que se referencian la mayoría de préstamos, el euríbor a 12 meses, viró en abril a positivo encareciendo considerablemente las letras. La tendencia continuará, agravada por dos factores: de un lado, cada vez parece más probable que el BCE adelante a julio la primera subida de tipos oficiales en más de una década; de otro, el diferencial con el año pasado se irá ensanchando porque entonces el indicador cayó durante el segundo semestre. Como resultado, incluso en las previsiones más tímidas de los bancos, 2022 acabaría con un alza de al menos 0,9 puntos porcentuales, el mayor encarecimiento de las hipotecas desde hace 15 años, en pleno apogeo de la burbuja inmobiliaria. Para una hipoteca media, eso significa entre 56 y 69 euros más al mes.

Para Edgar Saiz, profesor de Derecho Mercantil en la Universidad Internacional de Valencia y socio del despacho Andersen, es buen momento para explorar el tipo fijo. Para quienes tienen una hipoteca variable, describe, “hay dos maneras de llegar a ese tipo fijo”: renegociar con el banco o hablar con otra entidad para subrogar el préstamo (cambiarlo, pagando un coste). En un escenario en el que el BCE tiene que acertar a reducir la inflación sin matar el crecimiento y los bancos intentan adivinar dónde está la línea entre ofrecer una hipoteca atractiva y hacer un negocio ruinoso, el riesgo cero no existe. Para los prestatarios, pasarse al tipo fijo, es “una apuesta”, afirma el abogado: “A lo mejor negocias ahora, entramos en otra recesión y el euríbor no sube; pero la gente al menos debe ser consciente de que si quiere intentar algo, tiene que ser ya”.

Puede leer el artículo completo en El País.

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