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La actitud exigente de las instituciones comunitarias y los Estados miembros al promover los valores permitirá salvar la síntesis europea

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Andersen Tax & Legal y Lansky, Ganzer + Partner organizan una conferencia sobre el "Presente y futuro de los valores de Europa" ofrecida por Marcelino Oreja

Europa está pasando por un periodo de crisis de valores y la única forma de salvar la síntesis europea es que las instituciones comunitarias y los Estados miembros muestren una actitud firme y exigente. Así lo puso de manifiesto Marcelino Oreja, jurista y diplomático español Ex-Ministro de asuntos exteriores y presidente del Instituto Universitario de Estudios Europeos de la Universidad CEU San Pablo, durante la conferencia sobre el “Presente y futuro de los valores de Europa” organizada por Andersen Tax & Legal y la firma austriaca Lansky, Ganzer + Partner en el Auditorio Andersen Madrid, en la que también participaron Jaime Olleros, socio director de Andersen Tax & Legal en España, Gabriel Lansky, socio director de Lansky, Ganzger + Partner, e Íñigo Méndez de Vigo- jurista y ex-Ministro de Educación, Cultura y Deporte.

Durante su intervención, Jaime Olleros recalcó la importancia de poner en valor el origen comunitario precisamente en este momento de cara a las elecciones europeas, la crisis migratoria de los últimos años, la posibilidad de un Brexit, el aumento de la presencia de partidos extremistas en el panorama político europeo, entre otros. “La preocupación y la incertidumbre que se ha generado en el ámbito europeo hace que volvamos a los orígenes para ver qué es Europa, qué valores representa y qué futuro tiene”, destacó Jaime Olleros.

Por su parte, Gabriel Lansky reconoció que es un tiempo “complicado” para esos valores. “Europa necesita ese espíritu de Derechos Humanos, de internacionalismo interno y no el nacionalismo o movimientos antiliberales”, explicó el socio de Lansky, Ganzger + Partner, que hizo hincapié en la necesidad de explicar cómo se puede superar esta “etapa difícil”.

El ex-Ministro Íñigo Méndez de Vigo indicó que “es muy importante saber de dónde venimos para saber a dónde vamos” por eso recordó una frase de Søren Kierkegaard, político filósofo y teólogo danés del siglo XIX que decía que La vida sólo puede ser comprendida hacia atrás, pero únicamente puede ser vivida hacía delante.

En esta línea, Marcelino Oreja puso de manifiesto una serie de ejemplos que están poniendo en crisis los valores de Europa. El caso de Polonia y su polémica legislación sobre su sistema judicial, el caso de Rumania, Hungría… Asimismo, se refirió al Gobierno de Italia, que está haciendo “oídos sordos” a todos los llamamientos de la Comisión Europea, por lo que los países de la Eurozona deberán decidir si someten las cuentas italianas a un estricto escrutinio que podría desembocar en sanciones de hasta 0,05% del PIB. Por otro lado, indicó, Suecia cuenta cada vez con más partidos populistas que pasan de la “marginalidad a marcar la agenda europea”, igual que sucedió el año pasado en los Países Bajos, Francia, Alemania, Italia.

Según Marcelino Oreja, se está generalizando la presencia de partidos radicales, diez de los 28 países de la UE están viviendo fuertes subidas de partidos ultraderechistas y algunos son países fundadores como Alemania e Italia. “Todos ellos han articulado su discurso con el rechazo no solo de inmigrantes sino de los refugiados”, lamentó el ex-Ministro, quien destacó que frente a este sentimiento hay ‘europeistas’ y nacionalistas que quieren “avanzar contra quienes quieren retroceder”.

“Europa debe proteger a los demás de aquellos que promueven la ‘lesión incondicional’ del proyecto europeo”, aseveró, y añadió que, por esta razón, ahora más que nunca, “hemos de preservar y hacer efectivos nuestros valores porque de ellos depende nuestra identidad y nuestras convicciones más profundas” y esto se conseguirá imponiendo “firmeza y claridad”.

Ante las dos cuestiones más mediáticas, la crisis migratoria y el Brexit, Marcelino Oreja apuntó sobre este último que “nadie sabe lo que pasará, pero sea como sea, esto perjudicará a las instituciones europeas”. Por otro lado, se mostró más optimista con el problema de la inmigración “es una situación nueva y no sabemos cómo contestar a ella, pero la Comisión Europea está impulsando una política de fronteras comunitarias convirtiendo el polémico control de la migración irregular en una competencia europea”.

A pesar de todo, el jurista español remarcó que durante años España ha sido miembro activo de la UE, un país abierto al diálogo y a la negociación, respetuoso con los derechos y libertades de los ciudadanos “fieles a los principios y valores que han inspirado siempre a la UE”.

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