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Invertir en películas y espectáculos para ahorrar en la factura fiscal

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Patricia Motilla, Socia responsable del área de Cultura, Deporte y Entretenimiento de Andersen, colabora en el reportaje de la revista Actualidad Económica de El Mundo para analizar los beneficios fiscales de invertir en cine

España se ha propuesto atraer dinero extranjero hacia las grandes producciones nacionales y para ello el Gobierno modificó la Ley del Impuesto de Sociedades al elevar los límites exentos para pasar por la ventanilla de Hacienda. Esta ley permite que los mecenas del cine patrio, como premio a su contribución a la cultura, adquieran el derecho a una deducción del 120% de lo invertido en proyectos como el rodaje de una película o una serie, en un musical o en un festival de música.

Hay que tener en cuenta que lo que los asesores fiscales proponen no es convertirse en productor (que también podrá hacerlo quien lo desee), sino en inversor. Esto implica que la ganancia obtenida será un beneficio fiscal, pagar menos impuestos en definitiva, pero no dependerá en ningún caso de la acogida que tenga en taquilla la película. Ni ganará ni perderá tampoco. Es por ello que se habla de rentabilidad fiscal del inversor y es totalmente independiente. 

“Hacer cine es muy parecido a una producción inmobiliaria. Tú prevendes tu película y te financias con esas preventas por lo que los primeros años lo que tienes son pérdidas fiscales. Por ello suele decirse que el productor muere de éxito, porque siempre tiene pérdidas contables. Ese es el motivo por el cual se empieza a permitir la monetización de esa pérdida, trasladar ese crédito fiscal a un tercero a cambio de un rendimiento fiscal”, explica Patricia Motilla, socia de Andersen y responsable del área de Cultura, Deporte y Entretenimiento.

Puede leer el reportaje completo en la revista Actualidad Económica de El Mundo.

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