La frontera de los 60 años marca un punto de inflexión en la vida de los socios de los bufetes. Más allá de jubilarse, algunos entran en programas especiales desde los que aportan su experiencia tras años acumulados de trabajo.

Después de muchos años, los profesionales del Derecho saben entender mucho mejor las necesidades, tanto explícitas como implícitas del cliente. “Esto es un gran valor también en la gestión interna, para equipos y nuevas iniciativas que se ponen en marcha”, asegura Javier Mata, socio sénior de Andersen y director de la oficina de Madrid. El experto asegura que una de las cosas con las que más disfruta en la actualidad es ver la evolución de las distintas generaciones de letrados jóvenes que pasan desde becarios hasta socios. “Por mi edad, he visto más de 10 generaciones de abogados y su evolución positiva, aunque a veces también negativa. La alegría es inmensa cuando uno alcanza la sociatura”, aclara Mata, que pone en valor la especialización del sector legal español en las últimas décadas, así como su globalización, “que obliga a entender y practicar la abogacía desde una perspectiva internacional”.

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