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¿Cómo ajustar la formación de los jóvenes a las necesidades del mercado laboral?

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A pesar de los buenos datos de empleo de los últimos meses, España no consigue dejar de lado la lacra que ha caracterizado a su mercado laboral durante las últimas décadas. Nuestro país sigue siendo líder en paro de la Unión Europea, con una tasa del 13% frente a la media comunitaria del 6%, y es el segundo con mayor desempleo juvenil, solo por detrás de Grecia, con una tasa del 29%, frente a una media del 14%.
Son cifras que preocupan por cómo condicionan a toda la economía: la falta de empleo entre los jóvenes restringe sus posibilidades de acceso a una vivienda, les lleva a posponer decisiones vitales importantes, influyendo en la natalidad, a la vez que limitan el consumo. El Gobierno trata de cambiar esta tendencia modificando la legislación y tratando de entender por qué en un país con tres millones de parados unos 100.000 puestos de trabajo están permanentemente vacantes, pero sigue siendo una incógnita si los pasos dados serán suficientes, y debatible si se dirigen en la dirección correcta.
Con este telón de fondo, El Independiente ha reunido este miércoles a varios expertos para abordar los retos que presenta la empleabilidad juvenil y analizar cómo puede fomentarse en este contexto de constantes cambios. Los invitados en esta ocasión han sido Rosa Visiedo, directora del Área de Universidades del CEU; Belén García, directora General del Servicio Público de Empleo de la Comunidad de Madrid; Germán Martínez, socio del Área de Derecho Laboral de Andersen, y Almudena Domínguez, directora de Liderazgo y Desarrollo Directivo en Grupo Santalucía.
Durante el trascurso del debate, que tuvo lugar en las oficinas de Madrid de la firma Andersen, los ponentes estuvieron de acuerdo en que resulta clave que el mundo de la empresa y de la formación se encuentren para adaptar los currículos a las necesidades de los empleadores.
Para algunos de los ponentes, una tarea pendiente continúa siendo la formación en aquellas otras habilidades menos técnicas, pero aún así muy necesarias para la vida laboral. «Las softskills deberían ser asignaturas básicas en todo tipo de estudios», argumentó el socio del Área de Derecho Laboral de Andersen, Germán Martínez, tras constatar las dificultades que su empresa encuentra a menudo a la hora de buscar talento.
Puede leer el artículo completo en El Independiente.
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