Esta es la cuestión que plantea el abogado estadounidense Matthew Butterick en la demanda colectiva interpuesta en enero de 2023 en nombre de los artistas Sarah Andersen, Kelly Mckernan y Karla Ortiz contra las compañías Stability AI, DeviantArt y Midjourney por el uso de la tecnología de inteligencia artificial generadora de imágenes denominada Stable Difusión.
Stable Difusión es un software de inteligencia artificial lanzado en agosto de 2022 por la compañía Stability AI que permite a sus usuarios generar imágenes a partir de textos que los propios usuarios introducen en la aplicación con vistas a obtener imágenes “genuinas” con unas determinadas características.
La argumentación jurídica planteada por la representación de los demandantes se centra en las siguientes cuestiones:
- Stability AI ha descargado y, por tanto, empleado miles de millones de copias de imágenes accesibles desde internet protegidas por derechos de propiedad intelectual sin el consentimiento de sus autores para entrenar Stable Diffusion.
- El procedimiento de compresión, distorsión y almacenamiento en el denominado “estado latente” de las imágenes empleadas como input por Stable Diffusion, tampoco cuenta con el consentimiento de sus autores.
- Cuando los usuarios de Stable Diffusion utilizan el software para generar imágenes aparentemente nuevas, en realidad, el software se basa únicamente en las imágenes almacenadas y comprimidas previamente, que se mezclan y superponen entre sí. Por tanto, las imágenes resultantes no dejan de ser fruto de una “compleja herramienta de collage”.
- Adicionalmente, es común que los usuarios de este tipo de aplicaciones generen imágenes a través de textos que incluyen la fórmula “al estilo de”, con el propósito de que las nuevas imágenes reúnan los elementos característicos y definitorios del estilo de determinados artistas. De este modo, el hecho de que Stable Diffusion sea capaz de emular el estilo de un determinado artista, implica necesariamente que la base de datos dicho software contiene imágenes del referido artista en estado latente y que han sido almacenadas, comprimidas y transformadas sin su consentimiento y sin mediar compensación alguna.
- Estas imágenes generadas por inteligencia artificial competirían, a priori, en el mismo mercado que las obras creadas por los artistas.
- Las empresas demandadas se benefician económicamente de las referidas violaciones de derechos de autor.
Al hilo de lo anterior, el pasado mes de octubre el juez William H. Orrick perteneciente al distrito norte de California rechazó buena parte de las reclamaciones planteadas por los demandantes, incluyendo todas aquellas dirigidas contra Midjourney y DeviantArt, si bien, ha permitido a los demandantes reformular sus reclamaciones. Por otro lado, ha desestimado las reclamaciones planteadas por Mckernan y Ortiz, en la medida que no habían llevado a cabo con carácter previo a la presentación de la demanda el registro de sus obras de acuerdo con la legislación estadounidense. No obstante, el juez sí ha permitido a Andersen continuar con el proceso contra Stability AI sobre la base del uso de sus obras para el entrenamiento del software.
Por tanto, a día de hoy, y salvo la posibilidad de que Mckernan y Ortiz reformulen sus reclamaciones, el único proceso judicial que sigue adelante es el relativo a Andersen por la infracción de los derechos de propiedad intelectual utilizadas para el entrenamiento del software Stable Diffusion.
En este sentido, el Juez Orrick ha manifestado su falta de convencimiento sobre los argumentos planteados por los demandantes en general, destacando que sólo apreciaría infracción de derechos de propiedad intelectual en la medida en que se constate que las imágenes generadas por los distintos softwares, son sustancialmente similares a las obras de los artistas demandantes.
Sin embargo, el proceso judicial iniciado por estos artistas no es el único existente contra Stable Diffusion por motivos similares. En este sentido, Getty Images, banco de imágenes de referencia a nivel mundial, también ha interpuesto una demanda contra Stability AI por el uso de millones de imágenes y metadatos titularidad de Getty Images para el entrenamiento de Stable Diffusion.
Si bien es cierto que los procesos judiciales descritos en el presente artículo se desarrollan sobre legislaciones distintas a la vigente en la Unión Europea en materia de propiedad intelectual e inteligencia artificial, suponen un buen indicador de los retos regulatorios que será necesario abordar para proteger los derechos de propiedad intelectual de los autores en la Unión Europea asegurando e incentivando al mismo tiempo el desarrollo de estas tecnologías. Así, como punto de punto de partida, se ha alcanzado a nivel europeo un acuerdo provisional sobre el reglamente europeo de uso de la inteligencia artificial que, si bien no se pronuncia sobre cuestiones relacionadas con la propiedad intelectual, pretende salvaguardar los derechos de los ciudadanos frente a herramientas digitales de inteligencia artificial.
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