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La nueva Política Agraria Común y los Planes Estratégicos: nuevas claves para acceder a las ayudas

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Con la nueva PAC como telón de fondo, Andersen organiza el seminario web “Acuerdo PAC 2023-2027: nuevas reglas y novedades sobre la política agraria y su aplicación en España”, un encuentro con Gregorio Dávila para entender las novedades en la materia

La llegada de la nueva Política Agraria Común (PAC) está cada vez más cerca. Con la aprobación del acuerdo provisional relativo a las reglas de funcionamiento de la PAC, que tuvo lugar el 28 de junio por parte del Parlamento Europeo y los Estados Miembros, se despejó el camino para que los distintos países implicados finalicen sus Planes Estratégicos, que se deben presentar ante la Comisión Europea para su aprobación antes de finales de 2021. La relevancia de estos Planes reside en que, a través de ellos, se establecerán los pormenores de las ayudas a recibir, desde las personas beneficiarias hasta las áreas, sectores o elementos a destacar.

Partiendo de este escenario, el área de Agroalimentario de Andersen organizó el evento “Acuerdo PAC 2023-2027: nuevas reglas y novedades sobre la política agraria y su aplicación en España”, un encuentro que contó con Gregorio Dávila, Jefe de Unidad Adjunto de la Unidad de Desarrollo Rural de la Comisión Europea, así como con José Miguel Soriano, Socio de Andersen, y Rafael Ripoll, Of Counsel del despacho.

José Miguel Soriano presentó el evento, enmarcado dentro del área de Agroalimentario de Andersen, que en los últimos años ha experimentado un gran crecimiento a raíz de los cambios del sector cuya regulación permite que “las posibilidades de colaboración con los clientes sean inmensas”, explicó. Desde el despacho, continuó, “estamos trabajando en la Ley de la Cadena o NutriScore, la repercusión en los consumidores de las subidas de precios, la revisión de tratados internacionales entre países terceros y en cómo incide en productos nacionales o comunitarios”.

En esta línea, José Miguel Soriano recalcó la importancia de hablar de la PAC, “que cuenta con un presupuesto de más de 386,6 mil millones, de los cuales se destinarán 47 mil millones de euros a España y trae muchas novedades, con un 47% aproximado destinado a agricultura y ganadería respetable con el cambio climático”.

Rafael Ripoll se encargó de introducir a Gregorio Dávila, destacando su enorme expertise en las áreas de desarrollo rural y políticas agrarias, siendo alguien que “ha vivido el desarrollo de la Política Agraria Común y es conocedor de cómo se pretende implementar ahora”. Algunos de los puntos clave, como el recorte prescrito y la implementación de los ecoesquemas, explicó Ripoll, “han provocado un debate importante en España” y, añadió, este encuentro con Dávila nos permite “poner más luces al respecto sobre cómo se pretende desde las instituciones europeas que quede la puesta en marcha de esta muy importante política agrícola comunitaria”.

Para Gregorio Dávila, este tipo de eventos permite poder explicar en qué punto se encuentra actualmente la PAC y cómo están las negociaciones de un reglamento que se aplicará para los próximos siete años y que cuenta con fondos muy importantes para el desarrollo europeo.

De acuerdo con Dávila, “el nuevo reglamento tiene una fuerte inspiración en el desarrollo rural, en campos como la respuesta a necesidades, la lógica de intervención, su estrategia… esa inspiración es la que se ha utilizado para programar la PAC, y es lo que probablemente sea más revolucionario, una revolución que viene de la mano de la gobernanza”.

En líneas generales, el representante de la DG AGRI explicó cómo la PAC del futuro va a tener que responder mucho más a las necesidades locales, y esto es en lo que está impactando en la elaboración de los Planes Estratégicos. “Temporalmente nos situamos ahora en el acuerdo, que llegó a finales de junio, y que todavía no está aprobado por el Parlamento”, especificó Dávila, al tiempo que apuntó que “son tiempos muy complicados, porque todavía hay que aprobar toda la legislación secundaria, que tiene que venir justo después de la adopción del Reglamento, lo que nos pone en una tesitura complicada porque los Planes no se pueden entregar hasta que la legislación secundaria no esté aprobada”. “Estamos preparando todos los reglamentos y estamos discutiendo con los Estados Miembros su contenido”, aseveró.

Ha habido diversos elementos que han tenido impacto en el desarrollo de la PAC, desde el inicio de la propuesta en junio de 2018: elecciones en el Parlamento Europeo, la aprobación del Pacto Verde o la Covid-19 y la pandemia han provocado cambios y retrasos así como modificaciones que han condicionado el resultado de la reforma de la PAC y la forma en que las ayudas se van a desembolsar por parte de los Estados Miembros.

Plazos

Los Planes Estratégicos de los Estados Miembros deben entregarse a finales de este año, momento en que la Comisión dispondrá de un año para su aprobación, de modo que el 1 de enero de 2023 los nuevos fondos y el Plan Estratégico estén en vigor, y llegue la nueva PAC.

Como parte de este panorama, destaca el papel fundamental del sector agrícola, que con unas dimensiones de 156 millones de hectáreas de tierras agrícolas, 40 millones de puestos de trabajo en el sector o 45 millones de consumidores, lo convierten en un sector importante para el que la política como la PAC sigue siendo fundamental.

Sobre los motivos que han impulsado la reforma y la llegada de la nueva PAC, Dávila expuso una gran variedad de factores, entre los que destacan: los ingresos; eventos relacionados con el clima; la presión sobre el medio ambiente del excedente de nitrógeno en el suelo; la edad del sector y la renovación generacional; el refuerzo al valor añadido de los productores primarios en la cadena alimentaria; las crecientes demandas sociales como el hecho de que se consiga más por el dinero que existe o que existan normas con vínculos más estrechos con las realidades locales; más coherencia con otros objetivos para que se integre en estrategia global; los objetivos del Pacto Verde y estrategias como “De la Granja a la mesa “ y “Biodiversidad”; elementos técnicos como el consumo de antibióticos en la producción animal; las concentraciones de nitratos en aguas subterráneas; la evolución de los plaguicidas y la ausencia de indicadores fiables de medición; la estimulación de la agricultura ecológica; o la cobertura de banda ancha para llevarlo a las zonas rurales. “Todos estos elementos se tendrán en cuenta a la hora de discutir la aprobación del Plan con los Estados Miembros”, aseguró durante su ponencia.

Esta información articulará una nueva PAC que, si bien contará con un presupuesto menor que el que solía atribuirse en los años 80 y 90 (y que llegaba a más del 70% de los fondos), sigue siendo muy importante, “constituyendo casi el 30% del presupuesto de la Unión Europea”, de acuerdo con Dávila.

Sistema de seguimiento y rendimiento

De acuerdo con el experto, para el Plan Estratégico de la PAC lo primero son los objetivos. “Por primera vez la PAC va a tener objetivos comunes que articulen la reforma”, indicó y explicó que existen tres dimensiones: sostenibilidad económica, medioambiental y social, y cada uno cuenta con objetivos, como por ejemplo el de igualdad de género. Estos objetivos tienen una serie de indicadores comunes, que van a medir su cumplimiento, con evaluaciones anuales y herramientas de corrección si no se cumplen. Para Dávila, “es el sistema de seguimiento y rendimiento que acompañará a la PAC del futuro”.

Entre los elementos más destacados de la nueva PAC se encuentra la distribución más justa de las ayudas, que incluye claves como una nueva definición de agricultor activo o las obligaciones de analizar las necesidades de redistribución. Una de las prioridades era una mejor distribución de los fondos, para evitar que el 80% de los fondos vayan al 20% de los agricultores, por lo que, “para corregir esta situación, se ha incluido un paquete de redistribución que esperamos tenga impacto a la hora del reparto de fondos” concretó Gregorio Dávila.

Entre las nuevas prioridades y novedades se encuentra también atraer a jóvenes y nuevos agricultores, con una dotación específica, o la relevancia de la condicionalidad social. Junto con esto, destaca la arquitectura verde, que ha derivado en una condicionalidad reforzada, incorporando los elementos del Greening de obligatorio cumplimiento. Sobre esa condicionalidad reforzada se ponen dos instrumentos, puntualizó Dávila: los ecoesquemas y las medidas del segundo pilar (pagos a zonas con limitaciones naturales o medidas forestales, entre otros). Igualmente, la nueva PAC será también más ecológica, con los regímenes ecológicos que supondrán el 25% del presupuesto de pagos directos.

Como novedad, las intervenciones sectoriales se integran en el Plan Estratégico, “lo que permitirá que sirvan de forma más coherente a los objetivos específicos y a la complementariedad y coordinación necesaria del Plan para cumplir con los objetivos de la PAC”, comentó Gregorio Dávila.

En materia de innovación, dentro de los elementos a destacar, se encuentra la transferencia de conocimiento, enmarcado en la línea del objetivo de transformación, una innovación que, de acuerdo con el ponente, las explotaciones tendrán que hacer desde el punto medioambiental (por ejemplo, la reducción de pesticidas, antibióticos…).

Para Gregorio Dávila, va a haber una nueva forma de trabajar, con cada uno de los 27 Estados Miembros, con su propio plan estratégico: “vamos a trabajar de otra forma, evaluar las necesidades, contribuir de manera común a objetivos compartidos, etc. esto es una revolución”, en la que también se ha reforzado la participación de la sociedad civil, ONGS, entre otros, siguiendo el calendario para que la nueva aplicación de la PAC sea una realidad en 2023”.

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